jueves, 17 de septiembre de 2009

PUNTO DE VISTA Y LÍNEA DE JUICIOS

Para el joven actor, es frecuente la observación, durante el montaje de una obra, que no tiene punto de vista. Como todos los conceptos teatrales, esta expresión es a la vez muy concreta y muy ambígua - muy concreta para el actor que ya ha captado la esencia de esta técnica, muy ambígua para el joven que todavía no la ha vivenciado.

Esta situación se complica por la insistencia de nosotros, los directores, en provocar acciones concretas en el actor, a costo de sus reacciones. Pero el punto de vista del personaje se construye sobre todo en la línea de reacciones del personaje - la línea que se trabaja no en el análisis de mesa, sino en el ensayo diario.

El joven actor, en ensayo, tiende a reaccionar de manera muy general, con una calidad ligeramente emocional que en la vida se vería como una emocionalidad falsa. De hecho, la falsa tensión emocional del actor sin experiencia se manifiesta en la vida todo el tiempo, - cuando estamos mintiendo. Y esta particular combinación de tensión, exaltación y calidad plana se podría aplicarse con gran exactitud a un personaje que está mintiendo de manera obvia en una situación dada.

Pero la reacción orgánica y coherente del personaje sincero depende de tener claras las creencias y las convicciones del personaje. Y estas convicciones son numerosas. El punto de vista se construye con tanto esmero como la línea de acciones: y se construye preguntándose, frente a cada texto del interlocutor, qué opina - qué cree - sobre lo que acaba de decir el interlocutor. Cuáles son sus convicciones, y cómo estas convicciones afectan su interpretación de los textos del interlocutor. Demasiado frecuentemente, el joven actor reacciona con una sola convicción a toda una página de texto - y el resultado es una emocionalidad falsa y tensionada. Pero si cada texto del interlocutor provoca en el personaje un juicio particular, basado en una convicción profunda, un texto puede dar pie a toda una cadena de reacciones inesperadas, móviles y expresivas las cuales, por toda su diversidad, siguen apoyando la línea de acción del personaje.

El punto de vista del personaje se construye mediante la construcción de la línea de juicios del personaje, y para hacer esto, hay que asegurarse que el actor, en ensayo, siempre esté reaccionando de manera abierta - con la inteligencia abierta y activa - a lo que dice el partener. Y esto exige tiempo y trabajo.